martes, 19 de octubre de 2010

Alimentación, mujeres y pobreza

Zona de Tolerancia



Rodrigo Vidal
Ser mujer significa estar en situación de mayor vulnerabilidad ante los fenómenos de pobreza e inseguridad alimentaria, escenario que empeora en las regiones rurales. Este fin de semana se conmemoran el Día Mundial de la Mujer Rural (ayer, 15 de octubre), Día Mundial de la Alimentación (16) y Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre).

Resulta preocupante que la marginación y la falta de acceso a la alimentación, sean fenómenos donde las mujeres se encuentran más vulnerables. No se si fue a propósito establecer estas efemérides de manera consecutiva, una tras otra, pero es increíble saber que año tras año, a pesar de las acciones anunciadas por los distintos gobiernos del mundo, las cifras no disminuyan, y lo que es peor, los indicadores de pobreza aumenten.

La promulgación del 15 de octubre como el Día Mundial de la Mujer Rural, surgió en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada por la ONU en Pekín en septiembre de 1995, como resultado de las propuestas de la Federación Internacional de Productores Agrícolas (FIPA), la Red de Asociaciones de Mujeres Campesinas Africanas (NARWA) y la Fundación de la Cumbre Mundial de Mujeres (FCMM).

Se hizo para reconocer a nivel mundial los múltiples roles que juegan las mujeres productoras, campesinas y obreras agrícolas en la economía y la sociedad en general, pues los diversos análisis y estadísticas confirman que la mayoría de los pobres del mundo son las mujeres rurales. Según las Naciones Unidas, a nivel mundial, de más de 550 millones de pobres de zonas rurales, el 70 por ciento son mujeres y en América Latina y el Caribe las mujeres rurales son más de 86 millones, de las cuales el 50 por ciento viven en extrema pobreza.

Pobreza, alimentación y ser mujer van de la mano. En medio de este panorama, las mujeres del campo buscan como alimentar a sus familias, por lo regular crían niños hambrientos.

Es urgente la necesidad de establecer políticas integrales con sentido de género para combatir la pobreza y el hambre en las poblaciones rurales, pues es principio del cinturón de miseria que crece cada día más en las ciudades.

La situación de estas mujeres empeora con la migración a las ciudades, pues mientras se encuentran en las zonas rurales, muchas de ellas participan de actividades agrícolas a nivel de siembra de traspatio o pequeñas parcelas, con lo cual obtienen algo de alimento para sus hijos, situación que no pueden repetir en las zonas urbanas.

Las acciones que dejen de hacer los gobiernos en los estados y el país, aunadas a las condiciones de más pobreza que generará el cambio climático, ensombrece más el panorama para las millones de mujeres que se encuentran en este contexto.


Derechos ¿a consulta?

La definición de los Derechos Humanos dice: son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada.

Inherentes significa que son inseparables, son esos “privilegios” –por llamarlo de algún modo- de los cuales debe gozar todo ser humano, sin distinción alguna.

En este sentido, el artículo I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que “todo individuo gozará de las garantías que otorga esta

Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece”, además “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.

Bajo estos principios, entre otros argumentos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dio su visto bueno y declaró constitucionales los matrimonios entre personas homosexuales, así como la posibilidad de que adopten.

Ergo no me queda claro cómo la diputada local electa del PRD, Brenda Abigail Reyes, propone que para hacer una reforma similar a la aprobada en el Distrito Federal en materia de reconocimiento de los derechos de las persona homosexuales en el estado de Veracruz, sea necesario una consulta pública para preguntarle “a todo el pueblo” su sentir.

Es de temerse el nivel de ignorancia y de visión cerrada que presentan algunos de los diputados que integrarán la próxima Legislatura ¡Ay nanita!

Comentarios, quejas y sugerencias, dirigir a: rodrigovp76@gmail.com y síganos en Twitter: @ZonaDtolerancia

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