martes, 17 de agosto de 2010

Prejuicio, perdedor

Zona de Tolerancia



 Rodrigo Vidal

Imperó la razón en la decisión que tomó la Suprema Corte de Justicia de la Nación al desechar la acción de inconstitucionalidad de la Procuraduría General de la República, primero avalando el matrimonio entre persona homosexuales y el pasado lunes al determinar constitucional la adopción de menores en parejas gays que se hayan casado en el Distrito Federal.

El avance en la igualdad de derechos en la capital del país tiene que ser ejemplo para el resto de las entidades donde también hay personas homosexuales que desean contraer matrimonio y que quieren regular la situación de sus hijos, propios o adoptados según sea el caso.

Nadie en su sano juicio negará que, desde hace muchos años, los tipos de familia en México se diversificaron. Las relaciones familiares se conforman hoy no sólo de padre-madre-hijos, y es obligación del Estado velar por la familia, se integre como se integre (madres solteras, padres solteros, abuelos que crían, tíos y sobrinos, familia de hermanos y demás lazos).

Como respuesta a la acción de inconstitucionalidad la SCJN señaló que prohibirles la adopción a las parejas de homosexuales sería discriminatorio y violaría el artículo 1 de la Constitución, lo que generaría una “constitucionalización” de la discriminación.

El ministro ponente Sergio Valls Hernández, explicó que el voto mayoritario de la Corte responde a que no se contempla la existencia de un sólo modelo de familia en México, y por tanto, se debe defender la diversidad.

Ahora, corresponde al Estado, ese que promovió la acción de inconstitucionalidad, garantizar el respeto de los derechos y la defensa de la diversidad de las familias mexicanas.

De la Iglesia católica y las demás organizaciones de derecha y ultraconservadoras, qué decir, se opondrán de manera sistemática a esta decisión, condenarán y señalarán a los homosexuales que decidan con valor y responsabilidad formar una familia. Habrá que tener más cuidado con las declaraciones de ministros religiosos, políticos de derecha y miembros de estas asociaciones, para evitar que sus opiniones generen encono y contribuyan a incrementar las manifestaciones de intolerancia y discriminación en México

Votaron a favor de la adopción ejercida por parejas del mismo sexo, los ministros Sergio Valls Hernández, José Ramón Cossío Díaz, Margarita Luna Ramos, Olga Sánchez Cordero, Luis María Aguilar, José de Jesús Gudiño, Juan Silva Meza, Arturo Zaldívar y Fernando Franco.

En contra votaron el ministro presidente Guillermo Ortiz Mayagoitia y Sergio Aguirre Anguiano. Ganó la razón sobre el prejuicio.

Pandillerismo numérico
El alcalde David Velasco “calculó” una vez que había 50 pandillas en Xalapa. Ayer, Manlio Humberto Palomeque dijo que “según datos” hay alrededor 100. Ambos pronósticos me resultan irresponsables, pues ninguno parece estar hecho con base en trabajos serios que identifiquen la magnitud del problema.

Hablar por hablar no contribuye, al contrario, empeora la posibilidad de tener una percepción exacta de las pandillas que delinquen en la capital del estado, pero sobre todo, se corre el riesgo de estigmatizar a cualquier grupo de jóvenes que tengan cualquier otro motivo de reunión que no sea cometer actos vandálicos.

La Universidad Veracruzana inició un trabajo en colonias consideradas de riesgo. No le vendría mal a las autoridades y las organizaciones interesadas, acercarse para contribuir con el proyecto que desarrolla la UV, en lugar de ir duplicando las cifras en cada entrevista.

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