lunes, 16 de agosto de 2010

Mujeres y traiciones

Zona de Tolerancia



Rodrigo Vidal

Me parece lamentable cómo se politizó la elección de la nueva titular del Instituto Veracruzano de la Mujer en un momento en el que hay muchos indicadores que muestran un retroceso en los derechos de las féminas.

Estos logros acumulados en años de lucha ahora son violados, lo que evidencia un fracaso en las políticas públicas que, se suponen, garantizan los derechos de la mujer y procuran la equidad de género.

Cada año, en comparación con años anteriores, hay más mujeres que sufren maltrato y violencia, discriminación laboral, abuso sexual, son asesinadas, están en situación de pobreza, viven sin acceso a servicios de salud y mueren a consecuencia de ello; cada vez son más las mujeres que perciben salarios menores al de los hombres desempeñando el mismo trabajo, las que reducen su nivel de escolaridad, pierden espacios en cargos de elección, entre otras situaciones que van en detrimento de ellas y sus derechos.

De acuerdo con el INEGI, la población femenina ocupada en el país ha descendido, pasó de de 16.7 millones de octubre de 2007 a 16.2 millones en diciembre de 2008. Fue el sector industrial o secundario donde las mujeres se quedaron sin trabajo, es decir, 41.1 por ciento.

Se estima que en el mundo el número de desempleadas supera los 80 millones, o que están en trabajos de baja productividad o reciben menos paga por el mismo trabajo que realiza un hombre.

Otro dato de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), establece que “mientras más pobre es la región, mayores son las posibilidades de que ellas sean trabajadoras familiares auxiliares sin remuneración o trabajadoras por cuenta propia con bajos ingresos, y en una proporción más alta que la de los hombres”.

Hablemos de violencia. En cinco años, los casos de violencia y maltrato en contra de las mujeres mayores de 15 años aumentaron de 12 por ciento a 67 por ciento en el país, según encuestas de la Secretaría de Salud, y sin dejar de precisar que muchos casos de violencia no se reportan. Aquí se incluyen varios tipos de maltrato, no sólo el físico.

El Instituto Nacional de la Mujer también tiene cifras al respecto. En cinco años, de 2003 a 2008, la agresión a las mujeres por parte de sus parejas aumentó de 21.5 por ciento a 33 por ciento. También es necesario comentar que en 2008 el Gobierno Federal destinó 2 mil millones de pesos para acciones de reducción de la violencia de género en las dependencias de la Administración Pública Federal y coordinar acciones en estados y municipios.

Las cifras revelan que este presupuesto no dio los resultados esperados ¿qué ocurrió? Y la lista se hará más larga si buscamos más indicadores dentro de otros aspectos. Me llena de temor interpretar todo esto como la pérdida de la lucha por la equidad de género, donde la mujer lleva la peor parte (y opté por no incluir las violaciones a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con leyes antiabortos en más de 15 estados).

Entonces ¿qué se supone que ocurre luego de los discursos, repetitivos, que autoridades y políticos hacen al referirse a los logros en materia de derechos de la mujer? Con estos resultados no es difícil responder que nada, sencillamente no ocurre nada. Por ello, en Veracruz es importante que el IVM no se convierta en un anexo del PRI, y que la elección de la nueva directora se apegue a lo que el organismo y las mujeres veracruzanas requieren.

Comentarios, quejas y sugerencias, aquí y en Twitter: @ZonaDtolerancia.

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