martes, 27 de julio de 2010

Pajaritos y sapitos

No se trata de un dejavú periodístico, efectivamente, la mayor parte del texto de esta columna se publicó con el nombre de Derecho al sexo y sin escala hace poco más de un año, pero como nada ha pasado, decidí retomarla de nuevo y agregarle algunos datos.

Zona de Tolerancia



Por Rodrigo Vidal

Con un “¡déjate ahí, cochino!”, inicia la castración psicológica de niños y niñas que en edad temprana descubren el placer en sus genitales. Sí, desde edad temprana, aunque se santigüen.

Para algunos padres es malo que los niños se toquen el “pajarito” –término que aún emplean para el pene-, y ya ni se diga dejar que las niñas descubran y se estimulen su clítoris ¡por todos los santos!

Y lo que parece ser una regla de urbanidad -pues no es “correcto” que los niños se toquen sus genitales delante de las visitas-, se convierte en un tabú que se arrastra por años y hasta se hereda. Al “castrado” se le educó para no disfrutar del placer sexual.

Por si eso fuera poco, estos niños formados en la cultura del ¡déjese ahí!, luego se enfrentan con políticas públicas sobre salud sexual y reproductiva limitadas principalmente a personas adultas, con vida en pareja, pues pensar en la idea del sexo adolescente se torna para los conservadores en algo inimaginable. “¿Mi hija? ¡Jamás!”, exclaman por un lado algunas madres de familia, mientras, en otro, las hijas cachondean con el novio, o la novia, según sea el caso.

Es entonces cuando los amigos y amigas, y en gran medida, los medios de comunicación, se convierten en maestros del “amor”. La poca información biológica que reciben en las escuelas (esa que les habla del aparato reproductor masculino, del femenino, del embarazo, es decir, sexo relacionado sólo con la procreación), toma otras dimensiones con los consejos de los amigos o los ejemplos televisivos.

Incluso, hay un dato frío, aún con todos los programas para evitar embarazos en adolescentes, y con toda la información que existe sobre el tema, desde que llegó el PAN al poder, los índices de embarazos en adolescentes aumentaron, junto con el incremento de infecciones de transmisión sexual, incluido VIH/Sida. De acuerdo con cifras del INEGI, la tendencia en embarazos de adolescentes iba a la baja entre 1990 y 1999, pero en el año 2000, las cifras comenzaron a aumentar paulatinamente año con año.

En 1990 el 18 por ciento de las madres mexicanas eran adolescentes, y para 1999 representaban un 16.9 por ciento; sin embargo, en el año 2000 la cifra aumentó a 17.1; para 2007 representaban el 17.8 por ciento. Sólo 2003 fue una excepción, cuando hubo un porcentaje de 16.8 por ciento.

Juan Luis Álvarez Gayou, director del Instituto Mexicano de Sexología, en su momento declaró que “los niños de preescolar no tienen prejuicios; pero los adultos les tejen una ‘telaraña’ que se complementa con la instrucción de los pornógrafos. El resultado: más de 600 mil mamás menores de 19 años de edad; 500 mil embarazos y 350 mil partos de adolescentes al año; violencia de género en el seno familiar; feminicidios; crímenes de odio por homofobia; incremento de infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH/sida, y violaciones sexuales”, por lo que la educación en la sexualidad es la mejor vacuna a estos problemas.

Es necesario entender que la sexualidad no está basada en la reproducción, como desde la religión se nos ha hecho creer, pues de esa manera se excluye el placer en las relaciones sexuales y se excluye la diversidad sexual.

En abril de 2008 la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de decreto para reformar los artículos 7 y 42 de la Ley General de Educación, y el 32 de la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, con el que se considera la educación sexual desde preescolar. La iniciativa está congelada en el Senado.

A la hoguera
Confirmado, Luz María Ramírez Villalpando, titular de Imug (Inquisición de la Mujer Guanajuatense), despidió a mujeres tatuadas, con piercings y homosexuales al llegar a la institución. Este acto de “coherencia” lo hizo público Irene Victoria López, ex titular de ese organismo, que hoy persigue, en lugar de defender, a las mujeres en Guanajuato.

Ojo para quienes vayan a elegir titular del Instituto de la Mujer de Veracruz, no queremos un caso similar. Comentarios, quejas y sugerencias, ya saben, en Twitter: @ZonaDtolerancia.

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