viernes, 7 de mayo de 2010

Embestida en Facebook

Zona de Tolerancia
- Homofobia de Estado

- ¿Plantar o reforestar?


Por Rodrigo Vidal

Desde el pasado 17 enero inició una campaña en contra del maltrato de animales a través de la red social de Facebook que en dos semanas sumó el apoyo de tres mil personas. Se trató del grupo: “Estoy contra el maltrato de Toros en Tlacotalpan, Ver. Méx.”, que busca impedir el Embalse de Toros durante las Fiestas en honor de la Virgen de la Candelaria.

La preocupación sobre la crueldad en el maltrato a estos animales, en nombre de la tradición, movilizó rápidamente a través de la red a millares de personas que se oponen a las “prácticas culturales relacionadas con la violencia, aspectos negativos que la sociedad veracruzana del siglo XXI tiene la obligación de rechazar de manera tajante”.

La respuesta del grupo “Estoy contra el maltrato de Toros en Tlacotalpan, Ver. Méx.” a las reacciones generadas por su llamado, fue transcender el espacio virtual de la Internet y publicar un desplegado dirigido al gobernador Fidel Herrera Beltrán en repudio a esa práctica anual.

En el documento aclaran que “en este grupo de Facebook nunca se ha estado contra la realización de las Fiestas a la Virgen de la Candelaria ni al programa artístico cultural que durante estos festejos se lleva a cabo, siendo el más destacado el Encuentro Nacional de Jaraneros y Decimistas. Siempre se buscó el respeto a la religiosidad del pueblo de Tlacotalpan, así como a los tlacotalpeños mismos y no enturbiar la belleza de esta ciudad de la entidad que en 1998 fue designada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por su valor arquitectónico”.

Independientemente de la respuesta que el Gobierno del Estado pueda dar a la solicitud, que ojala sea a favor de la erradicación de toda práctica donde la diversión humana dependa del maltrato a los animales, lo que consiguieron con el grupo en Facebook es otra muestra del poder organizar a la sociedad para opinar y actuar sobre situaciones que resultan insostenibles hoy, en el México del siglo XXI.

Si eso lo aplicamos en temas como: la democracia, la tolerancia, la discriminación, el maltrato a menores, mujeres y ancianos; la violencia, la pobreza, el analfabetismo, el desempleo, la inseguridad, la falta de recursos para la educación, la ciencia y la investigación; el respeto a la diversidad, la integración de discapacitados a la vida productiva, la rendición de cuentas, la corrupción, la preservación de las lenguas nativas, los derechos humanos, el impulso a la cultura, la salud, entre otros tantos que los medios dejan fuera a cambio de la tragicomedia en el futbol mexicano, sin duda este país tendría esperanza y avanzaría.

Y desde aquí La Zona se pronuncia también en contra del maltrato a toros en Tlacotalpan.

La otra Guerra de Estado
“El gobierno mexicano no puede darse el lujo de retroceder en logros democráticos como el alcanzado en diciembre pasado cuando la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó el matrimonio civil entre personas del mismo sexo con posibilidades de adopción”, coincidieron en señalar Pedro Paradiso, abogado de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), y Germán Rincón Perfetti, defensor de derechos humanos tanto en Colombia como en instancias internacionales.

Y es verdad. La lucha que por mas de 30 años han encabezado personas de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, travesti e intersexual, por el reconocimiento a sus derechos, en un país cuya Constitución establece igualdad para todos, no puede perder uno de los logros mas importantes que es el de defender a las familias integradas por personas del mismo sexo.

Mientras el Estado mexicano no resuelve la crisis de gobernabilidad que arrolla al país, se enfrasca en pleitos legales para disolver los derechos constitucionales de un grupo social que por décadas ha sido perseguido, negado y excluido, y peor aun, que el Estado lo haga bajo la presión de líderes religiosos, principalmente de la Iglesia Católica, que ven en los matrimonios homosexuales la paja sin percatarse de la viga que tienen dentro de su institución.

Reforestar y plantar, el dilema
Es pregunta ¿Por qué las autoridades municipales llaman reforestación a la plantación de flores en el bulevar Adolfo Ruiz Cortines? Y conste que no es un asunto de forma, sino de fondo, pues no se trata de debatir cómo le están llamando a esa acción, sino que pretendan hacernos creer que se trata de una campaña de reforestación, como si nos la creyéramos.

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(1 de febrero 2010)

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