viernes, 24 de julio de 2009

Diversidad

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal


Todos somos distintos, individuales, únicos e irrepetibles. Las características físicas y de pensamiento, nos permiten distinguirnos unos de otros. Es fácil diferenciar a una persona de otra por estos elementos. La diversidad es parte de nuestra naturaleza, lo que no lo es, es el respeto por esas diferencias. Eso se aprende.

Tuve la oportunidad de conocer a un grupo de descendientes de italianos que fundaron el municipio que hoy se llama Gutiérrez Zamora, ubicado a orillas del río Tecolutla, en el norte de Veracruz. Es una comunidad unida por un pasado común, que mantiene algunas de las tradiciones que sus abuelos y bisabuelos trajeron consigo desde las provincias del norte de Italia.

Y orgullosos de ese pasado, hoy hacen un esfuerzo por reestablecer relaciones con ese país y reencontrarse con sus raíces italianas. Las historias de esas familias están ligadas a la historia de Gutiérrez Zamora, uno sin lo otro no podría ser. Sin embargo, hoy resulta diferente. Esa comunidad se convirtió en una elite que los zamoreños no ven con agrado.

Saber varios hechos de la historia de Zamora y los italianos, reveló esa línea divisoria entre los descendientes y el resto, lo que me hizo reflexionar sobre el (eterno) debate de la conquista de México, ese donde en muchos sectores de la población se rechaza, a niveles de xenofobia, a los españoles, negando así el mestizaje que dio origen al país que hoy tenemos.

Para bien o para mal, somos producto de esa “revoltura”, y en lo personal estoy orgulloso del pasado prehispánico de México, pero también de la herencia española, como el idioma, cuya riqueza lingüística la prefiero sobre otros.

En estos debates, se pierde el sentido del respeto entre culturas, y el fenómeno ocurre desde cualquier trinchera. De esa falta de respeto surgen odios irreconciliables entre pueblos y de ahí sobreviene la destrucción, algunas veces cultural otras física, y con ello todas sus consecuencias.

Hace un mes leía una nota donde la comunidad científica celebraba el descubrimiento de un primate que ellos llamaban el “eslabón perdido”, pues sospechaban que era la versión más antigua del ser humano. Un simio que cabía en la palma de una mano.

Si, después de las pruebas necesarias, se llegase a confirmar que de ahí venimos los seres humanos, que fiasco será para todos aquellos que hablan del linaje de sus familias o de la superioridad de sus razas. Incluso, hay una etapa en la vida embrionaria de los animales en que todos tenemos un parecido: los humanos, las aves, los elefantes, los delfines. Después de ese momento, comienzan a diferenciarse las extremidades, aparecen brazos, o patas, o colas o aletas.

Todos somos distintos, pero debemos gozar de los mismos derechos, aunque en la práctica muchos incumplan con este precepto universal de igualdad. Hay países que llevan avances en materia de igualdad, pero no basta con crear “islas” en el mundo cuando se habla de Derechos Humanos, sino de garantizarlos para todos.

Recientemente en Pakistán, la Corte Suprema ordenó que las travestis, al ser ciudadanas paquistaníes iguales a todos los otros, también tengan derecho a los beneficios de los programas de asistencia financiera de los gobiernos federal y provinciales.

En ese país, los padres entregan a sus hijos hermafroditas al cuidado de gurués (líderes de las travestis) a una muy temprana edad. Esos niños son sometidos a abuso en lugar de brindárseles la oportunidad de acceder a la educación.

Ahora el tribunal pidió a los gobiernos federal y provinciales que las ayuden a superar sus dificultades financieras apoyándolas con diversos programas, además convocó a organizaciones no gubernamentales que trabajan en problemáticas sociales para que creen programas de ayuda social para travestis.

El fallo también pide a los departamentos de bienestar social de los gobiernos de las provincias que presenten propuestas para mejorar la situación de estas personas, aliviando sus desdichas y dificultades, pues un travisti en Pakistán sólo tenía un destino, que era la violencia, la prostitución y la muerte.

Comentarios, quejas y sugerencias, dejar aquí:

1 comentario:

Abel dijo...

pues la propuesta esta más que de relieve: crear redes. y me conmocionan los preceptos universales sobre la diversidad cultural, porque es allí donde se mira la necesidad de actuar para vincular unidad a pluralidad cultural.

A mi me gusta la Zona