martes, 30 de junio de 2009

¿A quién pertenecen "nuestros" diputados"

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal


Durante la XXX Marcha del Orgullo lésbico, gay, bisexual, travesti, transgénero, transexual e intersexual (LGBTTTI), la organización Letra S realizó una encuesta para conocer las preferencias políticas de la llamada comunidad de la diversidad sexual, con resultados interesantes, por las lecturas que se les pueden dar, y donde destaca que el porcentaje mayor de los asistentes (un 53 por ciento), no tiene preferencia política alguna.

De ahí el 19.7 por ciento declaró simpatizar con el PRD, 15 por ciento con el PAN, 7 por ciento con el PRI y el 2.4 por ciento con el Partido Socialdemócrata (curioso que el PAN resultara el segundo partido en preferencia, cuando se ha caracterizado por su postura de rechazo al reconocimiento de los derechos de este sector de la sociedad).

En cuanto a las demandas de los asistentes a la marcha, 54.6 por ciento indicó que la igualdad de derechos es primordial, 13.6 por ciento dijo que la educación sin discriminación, 13 por ciento pidió mayor integración social, 5.5 por ciento Ley de Identidad de Género y 3.8 por ciento matrimonio.

En esta encuesta colaboraron la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Centro Latinoamericano de Sexualidad y Derechos Humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y los resultados los presentaron durante el Primer Foro Legislativo sobre Discriminación y Diversidad Sexogenérica, que se celebró en Xalapa, la capital del estado de Veracruz, al que asistieron sólo seis legisladoras locales, a los otros 44 parece no haberles importado.

Y esa fue la queja de las asistentes. Margarita Guillaumín, coordinadora de la bancada del PRD, “este foro, sufre la discriminación de todos los sectores”, dijo y agregó que esa falta de interés demuestra que “los diputados no están dispuestos a discutir el tema”.

Sólo estos seis diputados estuvieron dispuestos a promulgar el Día Estatal contra la Homofobia, a aprobar la Ley para enfrentar la epidemia del VIH/sida en Veracruz –que surgió de una iniciativa popular-, y establecer los Pactos Civiles que permitan las uniones entre personas del mismo sexo.

Quizá de ahí que un 53 por ciento del colectivo LGBTTTI que asistió a la marcha y participó en la encuesta, rechace a los partidos políticos y no se sienta representado por ellos, pues con ejemplos como este, queda claro que en las agendas legislativas está afuera la agenda social, aquella que se hace todos los días y que se amplía conforme se amplían las necesidades sociales, no sólo de este sector, sino de todos.

¡Santas leyes!
Y en la otra cara de la moneda se encuentran leyes que se aprueban de inmediato, y que dañan los derechos de sectores siempre desfavorecidos por la violación constante a sus garantías. La Academia Mexicana de Ciencias lamentó aquellas reformas legales que protegen la vida desde la concepción y penalizan la interrupción del embarazo, que en cascada se aprobaron ya en varios estados del país.


La presidenta de la AMC, Rosaura Ruiz Gutiérrez, dijo que se trata del avance de la “beatería” en México y “me preocupa mucho porque se están restringiendo los derechos de las mujeres”.

Cito textual lo dicho en una entrevista para NotiS: “me parece terriblemente injusto lo que está sucediendo en el país, se están aprobando leyes que definen al ser humano como tal desde la concepción, lo cual por un lado es absurdo decir que un cigoto es decir, un espermatozoide que fecunda un óvulo ya es instantáneamente un ser humano es absolutamente falso, es un error desde cualquier punto de vista, pero tiene el objetivo muy claro no de proteger al embrión, sino de limitar el derecho de las mujeres a decidir si quieren tener o no un embarazo”.

Sobre todo que esto generará un obstáculo para la ciencia médica, que trabaja con los cigotos, como explicó Ricardo Tapia Ibargüengoytia, coordinador del Comité de Clonación y Células Troncales, “como consecuencia de esto rápidamente se podrían generar leyes que prohíban absolutamente el uso de células troncales embrionarias humanas, porque para hacer esto se tienen que usar los cigotos desarrollados sobre todo por la fertilización in vitro y evidentemente, se estaría asesinando a una persona, de acuerdo con estos cambios constitucionales”, y por lo tanto se detendría la experimentación en este rubro.

Aquí, los legisladores –principalmente del PAN y PRI-, se han movido bajo argumentos más morales y religiosos que científicos, con planteamientos similares a los promovidos por la Iglesia Católica desde el Vaticano. Entonces ¿a quién obedecen los representantes populares?

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