martes, 19 de mayo de 2009

Oro negro

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal

Por años, la industria petrolera se desarrolló en la región sin que esto se reflejara en progreso para los municipios y sus comunidades. Esta situación se manifiesta de nuevo con la puesta en marcha del proyecto Aceites Terciarios del Golfo (ATG), antes Paleocanal de Chicontepec.

La riqueza y grandeza que surgían con el crecimiento petrolero, durante mucho tiempo sólo existió para los superintendentes y subdirectores de Pemex, para las autoridades municipales y para la dirigencia del sindicato petrolero, la población en general no sabía de esas historias pues quedaba fuera. En zonas rurales incluso era todo lo contrario, ahí reinaba el saqueo, los daños y la contaminación.

Esta realidad está vigente hoy en día. Sólo que ahora, a la repartición del pastel Pemex invitó a empresas trasnacionales que trabajan en la perforación de pozos para el proyecto ATG, alejadas de todo “nacionalismo”, y cuyo objetivo es cobrar por el trabajo realizado sin importar el desarrollo de las regiones donde actualmente se perfora, y mucho menos el daño ocasionado.

Aunque Pemex incorporó para este proyecto un concepto que denominó Desarrollo Comunitario Sustentable en Chicontepec, existen evidencias de daños a parcelas, tierras para cultivo y ganado, y caminos rurales y urbanizados, en la etapa temprana del proyecto ATG, pues se considera que será hasta 2017 cuando se obtengan los resultados de la perforación (según Pemex, se estima que será de entre 550 a 700 mil barriles diarios).

Se supondría que con el Desarrollo Comunitario Sustentable, Pemex y las empresas contratistas desarrollarían un modelo basado en “una nueva forma de pensar, planear y hacer las cosas, que contribuye a genera un cambio cultural en Pemex”, y una parte consistió en contar con un diagnóstico socioeconómico y ambientar de los 12 municipios donde se encuentra el proyecto.

“A través de este diagnóstico se obtuvo información amplia, valida, y útil para toma decisiones y la construcción de las estrategias e instrumentos de ejecución para el proyecto”, describe Pemex en un informe.

Sin embargo, para los pobladores de comunidades donde el trabajo de perforación comenzó desde el año pasado, la situación resulta ser la misma de siempre. Incluso en algunos lugares, como en Papantla, Coatzintla y Castillo de Teayo, esperan que la paraestatal cumpla con compromisos que pactaron desde hace años, como una respuesta a los años de daños acumulados a favor del “progreso y el desarrollo” de la nación.

Otro fenómeno que crece en las comunidades donde operan las compañías contratistas, es el de la prostitución. Existen reportes que los petroleros, sobre todo que provienen de otras regiones del país y del extranjero, emplean a jóvenes de las comunidades para servicios sexuales.

El progreso, como en aquellos años, cuando la industria nacía, trae consigo consecuencias desfavorables para las comunidades, donde la riqueza que extraen del subsuelo no se refleja en las zonas que están en la superficie.

El paleocanal de Chicontepec se localiza en la cuenca geológica Tampico-Misantla, al poniente de la plataforma de Tuxpan (Faja de Oro). El proyecto cubre un área de cerca de 3 mil 800 kilómetros cuadrados. El proyecto comprende doce municipios: nueve en el estado de Veracruz (Álamo-Temapache, Castillo de Teayo, Coatzintla, Chicontepec, Ixhuátlan de Madero, Papantla, Poza Rica, Tihuátlan y Tecolutla) y tres del estado de
Puebla (Francisco Mena, Pantepec y Venustiano Carranza).

Y justo en algunos de esos lugares el reclamo por mejores caminos, mejores servicios de salud, mejores escuelas, permanece; los habitantes mantienen el reclamo por el daño a sus cultivos, a los caminos, a los mantos freáticos. El progreso no llegó en los años dorados de la industria petrolera, y teme que no llegue con esta nueva explotación, de nuevo a manos de empresas extranjeras contratadas por la nacional Petróleos Mexicanos.


Comentarios, quejas, sugerencias dirigir aquí:

No hay comentarios:

A mi me gusta la Zona